Empresarios del norte santafesino cruzaron a la Corte provincial por paralizar Vicentín
El destino de la empresa Vicentín depende de la Corte de Santa Fe que hace meses tiene frenada la homologación del acuerdo que firmó la mayoría de los acreedores, sobre todo, productores, tra...
El destino de la empresa Vicentín depende de la Corte de Santa Fe que hace meses tiene frenada la homologación del acuerdo que firmó la mayoría de los acreedores, sobre todo, productores, trabajadores y proveedores de la agroexportadora.
Sin embargo, el tema no se destraba porque la Máximo Tribunal provincial se resiste a darle el ok final. En el sector agroindustrial sospechan que el presidente de la Corte, Rafael Gutiérrez, tiene intereses cruzados con un estudio jurídico con influencia mediática que busca quedarse con la empresa concursada.
El interés de Gutiérrez en la empresa viene desde junio de 2022, cuando el directorio de Vicentín estaba por cerrar el acuerdo con la mayoría de los acreedores y el presidente de la Corte Suprema resolvió un extraño per saltum para hacerse del expediente concursal y beneficiar a un poderoso estudio que estaba detrás de la empresa.
A partir de allí, el tema fue y vino, los recursos y apelaciones fueron engrosando las carpetas y el tiempo se fue comiendo la paciencia. Lo cierto es que a cuatro años de la hecatombe, los acreedores y proveedores siguen sin cobrar, los trabajadores en el limbo y varias localidades del norte de Santa Fe que se mueven al ritmo de la empresa siguen en stand by.
En consecuencia, los empresarios del norte santafesino reunidos en el Consejo Regional Económico del Norte Santafesino - CORENOSA - salieron a cuestionar fuertemente al Máximo Tribunal provincial.
"Nuevamente la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe está dilatando una situación que se vuelve insostenible en el Caso Vicentín", se titula el documento que deja en evidencia las distintas maniobras de Gutiérrez para intervenir en el proceso concursal.
Luego, el documento del Consejo que nuclea a distintas cámaras y centros empresarios, enumera las consecuencias por el retraso de los tiempos: los productores que cobrarán el 100% de la deuda no cobran, los inversores que están dispuesto a hacerse cargo no pueden acceder a la empresa y los trabajadores siguen en estado de zozobra.
"Una probable solución perfecta, pero tardía, puede ser la muerte no solo de una compañía sino de buena parte de su extensa red (productores, contratistas, prestadores de servicios, agentes comerciales). Son innumerables los ejemplos de empresas destruidas por permanecer mucho tiempo en el limbo jurídico con concursos, sucesiones o litigios interminables", advierten los empresarios que le reclaman a la Corte Suprema que termine con la incertidumbre.